Aquí englobaríamos todo lo relacionado con los preparativos y planificación.

El objetivo es tener que improvisar lo menos posible.

El margen de actuación con niños, bien es cierto, es menor, aunque no te obsesiones ni estreses con ello, es posible que al encontrarte en lugares y circunstancias diferentes a lo habitual, surjan situaciones que no esperas, por eso es importante ir con la actitud de adaptarse al nuevo entorno.

Cuanto más personalizado y a medida sea el viaje, mejor, es decir cuanto menos haya que depender de organizaciones, transportes externos, resultará más sencillo.

Recomendaciones:

El equipaje

Hacer un check list y si ves que te estás excediendo, los enumeras por prioridad descartando lo más superfluo y lo que no podrías obtener allí en caso de necesidad.

Planificar el trayecto

No solo el destino, sería recomendable también prever el trayecto hasta llegar al destino. Lo ideal es que no fueran trayectos largos pero si es así, intentar que coincida con las horas de sueño de los niños y mientras esté despierto hacer varias paradas, no solo técnicas de ir al baño o estirar las piernas, si no en algún lugar donde el niño se pueda entretener como puede ser un parque para que desconecte y se active un poco pues los niños suelen ser muy inquietos y permaneciendo mucho tiempo parados sienten malestar.

Mochila de mano

Además del equipaje, siempre está bien tener a mano algo de comer que no ensucie mucho pero que sacie para los momentos de hambre en el viaje (no solo para los niños, los adultos también pierden más la paciencia cuando tienen hambre) agua, utensilios básicos de higiene personal, juguetes pequeños pero que les entretengan.

Protección y seguridad

Preparar todo lo relacionado con la documentación, seguros y demás trámites necesarios según el tipo de viaje. Llevar un botiquín personalizado.

Las imágenes que acompañan a este artículo son cortesía de Pixabay

… continuará en próximas publicaciones.